El papel del trabajo. Érika Martínez Cuervo

Hay en los proyectos de Luis Hernández Mellizo un pensamiento crítico sobre el trabajo como forma de vida. Enunciados plásticos que discuten el sentido histórico de la actividad productiva que ha sido establecida como única vía hacía el progreso. Y en ese marco, ubica al oficio del artista como otro más de la cadena de producción que soporta al aparato económico ordenador del mundo. Ahora, esos enunciados plásticos tienen un carácter convulso que apuntan a las inconsistencias de ese ente ordenador. Los objetos, videos y pinturas, no sólo nos están diciendo cosas sobre el arte sino también sobre las tensiones actuales entre el arte, el trabajo y la vida. Nos seduce la belleza del objeto como obra y como cosa en el mundo, lo que nos hace preguntarnos sobre el lugar de la obra de arte en el tiempo presente.

El artista asume que el trabajo es una forma de estar en el mundo, pero no una única forma. Ahí, Luis Hernández pone al artista y a su oficio en un espacio en el que pueden emerger otras posibilidades, donde es factible la reflexión sobre el sentido mismo del hacer, no solo en términos de productividad sino también de creatividad y placer. Así mismo  pone sobre la mesa el poder que tiene el arte para vaciar de sentido (de significación) aquellos conceptos aparentemente inamovibles y que están sustentados en una categoría de verdad. Nos dice entonces: es en el arte y con el arte donde pueden suceder esas cosas.

Hernández entiende así a la imagen como un constructo cultural hecho con signos, éstos mismos son los que utiliza para subvertir el lenguaje a través de piezas cargadas de una especie de humor negro y que - para completar - están siendo exhibidas en una galería de arte. La jugada resulta sospechosa, incluso insostenible, pero creo que es ese espacio impuro del pensamiento y de la interpretación el que interesa al artista. El arte con mayúsculas está refiriéndose (en esta exposición) al arte que categorizamos con minúsculas (arte-oficio). Luis Hernández alude a un hecho inevitable precisamente en uno de los espacios (la galería) que por convención institucionaliza EL ARTE. Abre entonces otro cuestionamiento: ¿para quién trabaja el artista?.

El montaje nos refuerza la paradoja[1] de la que ya es contenedora cada obra dentro de la exposición. Las herramientas que también son esculturas están apenas recostadas en la pared, desechas de su utilidad, bellamente transformadas se anulan a ellas mismas. Libros intervenidos por el artista que ya no pueden ser leídos. Un video-collage hecho de fragmentos de televisión donde nos enseñan algunas cuestiones sobre la pintura. Un muro empapelado donde han sido pintadas palabras que insisten en la premisa de la productividad (…) Cada objeto estético dispuesto nos formula ideas sobre los otros, hecho que hace surgir una polifonía corrupta sobre el papel del trabajo en el arte y sobre el lugar del arte en el sistema de producción (capitalista) que se soporta en el trabajo.
El hombre es y se reconoce en tanto es un ser trabajador. La promesa del trabajo está “garantizada” por la productividad del mismo en términos económicos. No se trabaja para sentirse mejor consigo mismo, para autosatisfacer un deseo propio, tampoco se trabaja para reflexionar sobre el mundo, ni para crear lo inútil. La maquinización y su eco producen más deseos de progreso que un progreso en sí mismo. Y por supuesto, como ustedes (espectadores) lo pueden evidenciar, esta exposición está inserta en “el sistema”, no escapa a éste. Pero en un punto sí intenta burlarlo y desmentir sus promesas (…) Ya lo decía Boris Groys en una de sus intervenciones: “la verdadera libertad es no trabajar”[2] y aquí se refiere a  “trabajar” en el sentido capitalista de la expresión (...)


Érika Martínez Cuervo
  


[1] Dicho o hecho que parece contrario a la lógica. Figura de pensamiento que consiste en emplear expresiones o frases que envuelven contradicción. © Real Academia Española


[2] Expresión tomada de un artículo sobre Boris Groys en la Revista Ñ de Buenos Aires, a raíz de una visita que realizó a esta ciudad para el lanzamiento de su libro Volverse público (2014). Publicada 16.04.15.